Juegos Tradicionales

El escondite

El escondite, es un juego popular que generalmente se juega en sitios con lugares para ocultarse, como en un parque, un bosque, un zona con jardines o en una casa. No es necesario ningún material para poder jugar a él. Solo son necesarios varios jugadores dispuestos a pasárselo bien. No es recomendable para niños menores de tres años.

Para jugar al escondite, primero se echa a suerte quien es el que se queda a contar en “la casa”. La casa es el lugar donde los jugadores deciden que se debe contar y donde se pueden salvar. Suele ser un banco, esquina, piedra, farola, árbol, etc. Al jugador que cuenta debe hacerlo con los ojos cerrados y debe contar un número que los demás jugadores hayan decidido, generalmente 10, 20 o 50, y la cuenta es descendente.

Cuando termina la cuenta, este jugador dice “ya voy”, y comienza la búsqueda, generalmente con una canción: Ronda, ronda, el que no se ha escondido, que se esconda. Ronda, ronda, el que no se ha escondido tiempo ha tenido. Mientras el jugador que cuenta los demás corren a esconderse donde mejor crean. El objetivo de este juego es ocultarse y no ser encontrado por el jugador que cuenta. Para salvarse se tiene que ir a lugar donde se contó (la casa) y tocarlo diciendo estoy salvado.

En el escondite si el jugador que cuenta descubre a alguno de los jugadores o su escondite, correrá hasta la casa tocándola y grita el nombre del jugador que ha descubierto. Pero puede pasar que el jugador descubierto corra más rápido que aquel y se salve. En este caso gritará: “¡Salva por mí!”, y se salva. Así hasta que solo quede un jugador por descubrir.

Si este jugador que queda sin salvar, se salva, gritará “¡Salva por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero!”. De esta manera, todos quedan libres y volverán a esconderse, quedándose el mismo jugador que llevaba la cuenta, que volverá a la casa lo más rápido posible para comenzar a contar de nuevo.

El escondite continua hasta que los jugadores decidan o hasta que todos estén a salvo o sean cazados por el que estaba en la casa.